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sábado, 25 de julio de 2009

Transferencia

El agua contenida, los árboles hambrientos,
la máscara flotando de toda la ciudad;
eso es lo que he sentido paseando por Palermo
mi triste, angustiosa, tremenda soledad.

El verde se derrama por sobre las personas,
por sobre el verde cruza un ave de cristal,
por sobre el agua verde se encienden las farolas
y sobre mis espaldas se duerme la ciudad...

Se esconde ya la tarde, la noche le reclama
que entregue, lentamente, el rol fundamental;
el verde se obscurece por sobre las personas
y ya, por sobre el verde, descansa la ciudad.

La noche de la vida ya turba mis entrañas,
por sobre mis fracasos se yergue sin piedad.
Mi meta más querida: vivir, vivir con ganas,
parece un atentado a la solemnidad...



Federico L. M. de Luque
Buenos Aires, 12 de septiembre de 1985

1 comentario:

  1. Es un hermoso poema triste, muy bien escrito, traspasa el alma con su nostalgia y melancolía. Veo que le escribió hace muchos años.
    Es muy bella poesía.

    Besos y abrazos

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